El melanoma es el tipo más peligroso de cáncer de piel. Los fármacos actuales para tratar el melanoma dirigidos a proteínas concretas pueden ser inicialmente efectivos, pero se desarrolla una resistencia de forma relativamente rápida y la enfermedad reaparece. En esos casos, la resistencia se desarrolla normalmente cuando la “circuitería” de la célula cancerosa se salta la proteína sobre la que actúa el fármaco, o cuando la célula usa otras vías para evitar el punto sobre el que el medicamento actúa.
El equipo de Gavin Robertson, de la Universidad Estatal de Pensilvania en Estados Unidos, puede haber resuelto el problema al identificar un fármaco capaz de sabotear la citada estrategia usada por las células cancerosas para evadir los efectos de muchos fármacos contra el melanoma.
Los investigadores revisaron 480 compuestos naturales e identificaron la leelamina, derivada de la corteza de los pinos, como un fármaco capaz de hacer lo que buscaban, es única en cuanto a la manera en que actúa. Podría ser la primera de una nueva clase de fármacos que apuntarían simultáneamente a varias vías proteicas. Los investigadores encontraron que este medicamento “apaga” al mismo tiempo varias vías proteicas, como la PI3K, la MAPK y la STAT3, en células de melanoma. Esas vías están implicadas en el desarrollo de hasta el 70 por ciento de los melanomas. Las vías proteicas como estas ayudan a las células cancerosas a multiplicarse y a extenderse, de manera que apagarlas ayuda a matar esas células.
Los productos naturales pueden ser una fuente de fármacos contra el cáncer, y varios están siendo usados para tratar algunos tipos de cáncer, tal como subraya Robertson. Alrededor del 60 por ciento de los agentes anticáncer proceden de plantas, animales o microorganimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario