No todo lo que se va por el inodoro o por el tacho de la basura es desperdicio. Un proyecto en el Reino Unido ha utilizado el biometano, producido por excrementos y residuos orgánicos, para echar andar un bus de pasajero.
El biocombustible a partir del biometano es capaz de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir con las necesidades de los pasajeros. Según la empresa, el tanque de este bus se llena a partir de los residuos generados por cinco personas durante un año.
Se espera que en esta etapa inicial, el bus transporte a 10 mil personas del aeropuerto a la ciudad de Bath.
El combustible es producido en la planta de tratamiento de aguas residuales de Bristol, y es capaz de generar suficiente biometano para dar energía a más de 8,300 hogares al día.
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