Hola, soy el geranio del salón, necesito agua ya, me siento fatal. Riégame, por favor.” ¿Se te mueren las plantas? Todo es mucho más sencillo cuando ellas te hablan. Un pequeño ordenador en la maceta, llamado Botanicalls, controla la temperatura y humedad, y envía un mensaje por Twitter cuando la planta necesita cuidados.
¿Te pones enfermo cada vez que sale esa famosa cutre en televisión? Un pequeño ordenador reconoce su nombre y baja el volumen automáticamente.
Este sistema se llama Arduino, tiene el tamaño de una tarjeta de crédito, cuesta 20 euros y permite a cualquiera con un poco de imaginación crear sus propios gadgets electrónicos. En todo el mundo, una nueva generación de inventores aficionados lo están utilizando para dar forma a sus ideas, y en algunos casos, hacerse ricos vendiendo sus inventos.
Este sistema se llama Arduino, tiene el tamaño de una tarjeta de crédito, cuesta 20 euros y permite a cualquiera con un poco de imaginación crear sus propios gadgets electrónicos. En todo el mundo, una nueva generación de inventores aficionados lo están utilizando para dar forma a sus ideas, y en algunos casos, hacerse ricos vendiendo sus inventos.
Cómo crear gadgets caseros
Aunque no nos demos cuenta, vivimos rodeados de pequeños ordenadores. El televisor, el microondas, la impresora, el termostato de la calefacción y la inyección de combustible del coche tienen dentro un microcontrolador, un ordenador condensado en un chip, no muy potente, pero sí muy eficaz.
Aunque no nos demos cuenta, vivimos rodeados de pequeños ordenadores. El televisor, el microondas, la impresora, el termostato de la calefacción y la inyección de combustible del coche tienen dentro un microcontrolador, un ordenador condensado en un chip, no muy potente, pero sí muy eficaz.
En 2005, David Quartielles, un español que investiga en Malmö, Suecia, yMassimo Banzi, profesor en el instituto de diseño interactivo Ivrea, en Italia, tuvieron una idea revolucionaria. Querían que sus estudiantes de diseño industrial pudieran crear sus propios gadgets y que funcionaran de verdad, pero sin necesidad de enseñarles electrónica durante meses. Partiendo de Wiring, una sistema de prototipos, y Processing, un lenguaje de programación simplificado, crearon Arduino, un microcontrolador que hoy es sinónimo del hardware libre.
Son programas que se pueden descargar y modificar, si sabes cómo. El hardware libre consiste en aplicar esta filosofía a los aparatos electrónicos. Si quieres abrir tu iPhone y cambiar un componente, te encontrarás con que no hay instrucciones, y perderás la garantía. Pero esto es todo lo contrario: cualquiera con un poco de maña y un soldador puede construirse su propio Arduino, porque los esquemas y las instrucciones están disponibles para todo el mundo.
También podrás modificarlo, mejorarlo y fabricar módulos para expandir sus capacidades.
También podrás modificarlo, mejorarlo y fabricar módulos para expandir sus capacidades.
Abre persianas y hace café
Construir una máquina con Arduino es parecido a armar un modelo con piezas de Lego. A la placa se le pueden conectar sensores de temperatura, humedad, luz, infrarrojos, de velocidad, GPS y muchas funcionalidades más.
Construir una máquina con Arduino es parecido a armar un modelo con piezas de Lego. A la placa se le pueden conectar sensores de temperatura, humedad, luz, infrarrojos, de velocidad, GPS y muchas funcionalidades más.
Por otro lado están los actuadores, que permiten controlar motores eléctricos, encender electrodomésticos, conectarse a internet, hacer llamadas y tuitear. ¿Quieres construir un sistema para que las persianas se abran de día y se cierren de noche? Necesitas conectar a Arduino unos sensores de luz y los motores de la persiana. ¿Una luz en el salón que parpadea cuando recibes un email? Con el módulo WiFi de este sistema, puedes. ¿Levantarte por la mañana, gritar “¡Café!” y que se ponga la cafetera en marcha? Hay un módulo de reconocimiento de voz que se ocupa de ello.
Arduino nos convierte a todos en potenciales inventores, y esto ya tiene un impacto en el mundo. Un grupo de aficionados en Japón adaptaron cientos de Arduinos para medir la radiación tras el accidente nuclear de Fukushima. Los datos se enviaban a un mapa interactivo en internet, con lo que se podían obtener medidas mucho más fiables que las del propio Gobierno. Otro grupo está a punto de enviar un Arduino al espacio a bordo de un satélite artificial, y han convocado un concurso para que cualquiera pueda diseñar un experimento y probarlo en condiciones de ingravidez. Más pegados a la Tierra, un grupo de emprendedores usó el sistema para diseñar un prototipo de reloj inteligente llamado Pebble, y ha conseguido 10 millones de dólares de financiación a través de internet. ¿Te animas tú también a inventar?
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