¿Pensabas que Europa era la cuna indiscutible de la gente de piel blanca? Pues según revela la revista Science estábamos equivocados en esta conclusión. Los caucásicos no nos parecemos nada a los antepasados que poblaron nuestro continente hace 8000 años.
El estudio, presentado en la reunión anual organizada por la Asociación Americana de Antropólogos Físicos, explica una evidencia dramática de la evolución en Europa. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores compararon piezas claves del ADN correspondiente al genoma de 83 individuos procedentes de yacimientos arqueológicos de todo nuestro continente con los del Proyecto 1000 genomas. Mediante su concienzudo análisis, los científicos pudieron establecer a que los europeos de hoy somos una mezcla de al menos tres poblaciones antiguas de agricultores, recolectores y cazadores que se dispersaron por Europa en las migraciones de los últimos 8000 años. Asimismo, el estudio que una de estas migraciones masivas de pastores Yamnaya (correspondientes al final de la Edad del Cobre y comienzos de la Edad del Bronce), pudieron ser los responsables de haber traído las lenguas indoeuropeas de nuestro continente hace 4500 años.
Gracias a la comparación de estos genomas, el genetista Iain Mathieson de la Universidad de Harvard y el investigador David Reiche pudieron hallar cinco genes asociados a este cambio, relacionados con cambios en la dieta de nuestros antepasados y la pigmentación de la piel a consecuencia de que se sometieron a fuertes selecciones naturales. Ya en un informe anterior, los científicos participantes en el estudio pudieron confirmar que hace 8000 años nuestros antepasados europeos (cazadores-recolectores) no podían digerir los azúcares de la leche. Pero aún hay más, los agricultores, directamente, no podían tolerar esta bebida. Basándose en las evidencias antropológicas, ni los pastores Yamnaya que llegaron hace 4800 años, ni tampoco los agricultores que vinieron al continente hace 7800 años podían asimilar con normalidad la leche. Según indican en el artículo, esto se debe a que carecían del gen LCT que nos permite digerir la lactosa.
Los seres humanos modernos, que salieron de la cuna de la humanidad africana y que llegaron a nuestro continente hace unos 40000 años, se presume que tenían la piel oscura, algo más que necesario para la supervivencia en lugares muy soleados. Los nuevos datos obtenidos por el equipo de antropólogos confirman que hace 8000 años, los cazadores-recolectores de España, Hungría o Luxemburgo tenían la piel también mucho más oscura, ya que carecían de dos genes esenciales para la despigmentación: el SLC24A5 y el SLC45A2. Si giramos hacia el extremo norte de Europa, donde la falta de luz incrementaba los humanos con piel pálida, el equipo de investigadores halló en el sur de Suecia siete individuos de hace 7700 años que sí tenían ambas variantes genéticas y una más: el gen HERC2/OCA2, responsable de los ojos azules y que también puede contribuir al cabello rubio y a la piel clara. Pero todos aquellos residentes en Europa central y meridional tenían la piel mucho más oscura.
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