El 3 de diciembre, el Landsat 8 tomó una espectacular imagen
de un iceberg a la deriva sin nombre en el Océano Atlántico Sur. Las nubes
blancas oscurecían parcialmente la superficie blanca del hielo. Dos días
después, el satélite Aqua de la NASA adquirió una vista libre de nubes. Sólo
los icebergs que tienen un lado que mide al menos 19 kilómetros de largo
reciben un nombre. Sólo los icebergs que tienen un lado que mide al menos 19
kilómetros de largo reciben un nombre y son vigilados por el Centro Nacional de
Hielo de Estados Unidos. Esto significa que algunos gigantes de hielo a la
deriva, de forma redonda o cuadrada, pueden ser igulamente muy grandes, pero no
cumplen los criterios para la denominación y el seguimiento. Ese es el caso de
una masa de hielo detectada por satélite a principios de mes, que se encuentra
en el Atlántico Sur a unos 240 kilómetros al oeste de Georgia del Sur, y mide
unos 165 kilómetros cuadrados, aproximadamente la misma superficie que Valencia
capital.
Un origen incierto: Los científicos no están seguros de qué parte de la
Antártida proviene. Sin embargo, su ubicación actual al este de la punta
meridional de América del Sur no es inusual. "Muchos icebergs quedan
atrapados y luego giran fuera de las corrientes que van alrededor de la
Antártida", dijo Kelly Brunt, glacióloga de la NASA cuya investigación
incluye el estudio de los icebergs. "A menudo comienzan en dirección
norte, especialmente donde las corrientes quedan interrumpidas alrededor de
Georgia del Sur." Por ejemplo, un iceberg llamado C-16 flotó más de medio
camino alrededor de la Antártida antes de moverse hacia el norte, entre marzo
de 2000 y febrero de 2014. La masa de hielo se movió hacia el oeste por todo el
continente y se quedó en la corriente costera antártica hasta que se giró hacia
el norte al llegar al Mar de Weddell. "Mi conjetura es que cuando se
acercó al Mar de Weddell giró, porque seguir la corriente costera se hizo
difícil", dijo Brunt.
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