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viernes, 6 de febrero de 2015

El mamífero más traficado del mundo.

Quizá nunca hayas oído hablar de él: se lo conoce vulgarmente con el nombre de pangolín y tiene una lengua tan larga como su cuerpo. Además, es el mamífero más traficado del mundo y está en peligro de extinción.
En la entrada de un edificio gubernamental de Vietnam, cerca de la frontera con China, un joven ecologista llamado Nguyen Van Thai abre una caja de madera con un machete. Saca cuatro bolsas plásticas que deja en el piso.
En cada bolsa hay una pelota pequeña, pesada y con escamas de un color negruzco.
Lentamente –y con mucho, mucho cuidado– una de estas pelotas comienza a desenrollarse dejando en evidencia dos ojos oscuros, una trompa larga, una cola aún más larga y un vientre suave y rosado.
Es un pangolín, el único mamífero cubierto de escamas que se blinda como una pelota cuando se siente amenazado por sus depredadores.
En un año consume siete millones de hormigas y termitas con su extensísima lengua. No tiene dientes: acumula piedras en su estómago para triturar la comida.
La razón por la cual muchos de nosotros nunca oímos hablar de este animal es que rara vez sobrevive en cautiverio. Sólo seis zoológicos en el mundo tienen uno.
Además, es el mamífero que más se comercializa de forma ilegal en el mundo: cerca de 100.000 pangolines al año son capturados y enviados a China y Vietnam.
En esos países su carne es considerada una delicatesen. Creen que sus escamas tienen propiedades medicinales mágicas.
Ya no quedan ejemplares en el sudeste asiático, y ahora se están reduciendo drásticamente las poblaciones de este mamífero en África.
Todas las ocho especies de pangolines están al borde de la extinción.

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