Según un estudio reciente de la Universidad de Murcia, hasta un 65% de los profesores españoles de Primaria sufren el síndrome del burnout (es decir, están psicológicamente“quemados” por su trabajo) o experimentan alguno de los primeros síntomas que anuncian este trastorno emocional. De hecho, es uno de los colectivos que más han acusado el impacto de la crisis, con los consiguientes recortes de medios y personal: hace tres años, el 4% de los docentes quería abandonar su trabajo, mientras que hoy ese porcentaje alcanza ya el 10%.
Uno de los riesgos del aumento del estrés y la desmotivación laboral es la depresión, que tiene una importante incidencia entre el profesado. Ahora, una nueva investigación realizada en Estados Unidos demuestra que los síntomas de depresión de los maestros tienen una influencia directa en el rendimiento de sus alumnos.
Los autores del informe han recabado datos de 27 profesores y 523 estudiantes de tercero de primaria del estado de Florida, incluyendo grabaciones de las clases para analizar su calidad. La principal conclusión es que los niños que más acusaban el cuadro depresivo de los profes eran aquellos que tenían problemas para aprender matemáticas, seguramente porque no recibían la dedicación requerida en una asignatura que requiere más esfuerzo que otras.
“Nuestro estudio es uno de los primeros en revelar que la constelación de síntomas que apuntan a la depresión no solo afectan a los docentes que los experimentan, sino también a los alumnos con dificultades académicas”, han escrito los autores del análisis.
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