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sábado, 28 de marzo de 2015

Niños terminales podrán opinar sobre si quieren seguir viviendo.

Gran Bretaña emitió nuevas guías el martes para los médicos que tratan a niños con enfermedades graves o terminales, aconsejando que las opiniones de los menores sobre si quieren vivir o morir deben ser tomadas en cuenta.
Las guías, de la Real Universidad de Pediatría y Salud Infantil de Gran Bretaña, serán observadas en todo el mundo, dijeron expertos, ya que es uno de los pocos países que tienen un marco de trabajo para ayudar a los médicos a decidir en qué momento se debe retirar el tratamiento de soporte vital a un niño.
"No es un área fácil de la medicina. Desafortunadamente, no podemos salvar a todos los niños", dijo Joe Brierley, asesor de cuidados intensivos pediátrico y neonatal del Hospital Great Ormond Street de Londres. "Otros países están escuchando lo que decimos y siguiendo lo que hacemos", agregó.
Las guías, preparadas por doctores, abogados y expertos en ética médica, señalan que los niños mayores de 9 años con poca esperanza de vida plena deberían tener más voz sobre si su tratamiento tiene que terminar.
Un niño que ha pasado por varias sesiones de quimioterapia y que no ha salido bien, tendrá una opinión más formada sobre si continuar el tratamiento, a diferencia de un adulto que enfrenta por primera vez esta clase de procedimientos médicos, indican las guías.
Los últimos avances en la medicina permiten que más niños con condiciones graves, como traumas cerebrales, tengan mejores posibilidades de sobrevivir.
Sin embargo, las guías instan a los médicos a consideran con cuidado si continuar un tratamiento es siempre la opción correcta para un niño muy enfermo.
"Para algunos, continuar el tratamiento de soporte de vida es simplemente prolongar el sufrimiento de cara a lo inevitable", dijo Simon Newell, un asesor de neonatología en el Hospital Leeds General de Gran Bretaña.

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