.

.

sábado, 17 de enero de 2015

Vivir durante 60 días sin corazón.

Las emergencias cardíacas se suelen presentar por un infarto o anomalías del músculo cardíaco y se pueden convertir en fatales si no son tratadas de forma inmediata.
Esta fue la situación de una mujer de 40 años  que sufría de músculo no compactado, una enfermedad congénita por la cual el corazón no se contrae en forma eficiente y se torna muy débil.
Debido a esta falla la paciente generaba coágulos de sangre, lo que derivó en un accidente cerebrovascular. La madre de familia se recuperó, sin embargo, el deterioro iba progresando.
Estaba internada en un hospital del Callao que no contaba con recursos terapéuticos de alta complejidad, por lo que solo recibía drogas para que el músculo cardíaco se contrajera con más fuerza.
La única alternativa era un trasplante de corazón inmediato. Entonces, un equipo de médicos del Instituto Neurocardiovascular de las Américas (INCA) decidió someter a la paciente a una compleja operación que le permitiría sobrevivir sin aquel órgano vital mientras se realizaba la búsqueda de un donante cardíaco.
“Cuando advertimos la gravedad del asunto dijimos que la única forma de salvar a la paciente era implementándole un sistema de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO)”, indicó a El Comercio el doctor Walter Mogrovejo, director médico del INCA.
Esta técnica, realizada por primera vez en el Perú y en la región andina, suele utilizarse frente a una grave insuficiencia cardiorrespiratoria. Asimismo, permite que un cuerpo se mantenga activo sin la presencia del pulmón o corazón hasta por 60 días.
TRABAJO PESADO
El ECMO cuenta con un oxigenador de membrana de silicona, una bomba que impulsa la sangre y un sistema que la calienta.
El dispositivo toma la sangre de la vena a través de una cánula, luego esta es oxigenada e inyectada nuevamente al cuerpo por la arteria femoral.  Así se logra que el sistema circulatorio funcione sin un corazón.
Aunque el ECMO mantiene un cuerpo estable mientras se realizan los preparativos para un trasplante de órgano, ha sido cuestionado por el alto riesgo a que el paciente presente problemas de coagulación o sangrado. Además, también podría sufrir accidentes relacionados con la alta complejidad del manejo del sistema entero.
“Para llevar una evaluación correcta contamos con el tromboelastógrafo, un sistema que nos dice qué factor de la coagulación del paciente podría estar fallando. De esa manera podemos solucionar lo que anda mal antes de que suceda lo peor”, explica el doctor Hardy Gonzales, cirujano cardiovascular encargado de la implementación del ECMO.
A pesar de la alta complejidad y la dificultad, los especialistas peruanos lograron realizar con éxito esta operación

No hay comentarios:

Publicar un comentario